CUIDAR DE UNO MISMO

 

Hay muchas cosas que aprendemos en la vida y cuyo aprendizaje se puede contratar. Cuando tenemos un hijo lo tenemos mucho en cuenta y ya de pequeño vamos incorporando actividades extraescolares a su rutina: inglés, deportes, informática… etc. Pero a menudo se nos olvida inculcarle lo más importante, algo que va a suponer un cambio sustancial en la forma de vivir su vida: aprender a cuidar de uno mismo.

 

Mates, inglés, lengua… seguro que todos nos acordamos de qué asignaturas eran las más importantes en el colegio y cuales había que aprobar sí o sí. Eso era un asunto sencillo porque nuestros padres y profesores ya se encargaban de recordárnoslo a todas horas y estudiando estas materias dedicábamos muchas horas. Pero hay algo todavía más importante que unas cuantas asignaturas en el cole y tiene que ver con el sentido común, con algo básico que uno debe saber hacer y que tiene que ver con el cuidado personal.

Hace muchos años que inculco a mi hijo esta idea porque es algo que echo en falta en muchas personas adultas que me rodean y eso me hace pensar que es un mal generalizado, no algo puntual que le pasa a una persona de cada mil.

Cada ser humano tiene la responsabilidad personal de cuidarse a sí mismo y eso es algo inexcusable que no se puede delegar.

Diariamente veo a personas que desprecian su cuerpo con hábitos nada saludables y que luego se sorprenden cuando descubren que sufren enfermedades que se venían gestando desde hace muchos años por su mala conducta.

¿Y a qué cosas me refiero cuando hablo de este cuidado personal inexcusable? En mi opinión engloba al menos estos puntos básicos:

·       Nada de drogas. Fumar, el consumo de alcohol, estas drogas legales socialmente aceptadas no nos hacen ningún bien. Ni ninguna otra.

·       Alimentación. Vigilar nuestra alimentación es fundamental, se dice que la obesidad es la epidemia del siglo XXI (el coronavirus pasará…)

·       Deporte. Estamos diseñados para movernos, largas horas sentados o tumbados nos perjudican mucho.

·       Descanso. Es importante tener momentos de ocio para desconectar, dormir lo necesario y mantener el estrés a raya.

·       Vida espiritual. Sentirse motivados con lo que hacemos nos impulsa a vivir y da sentido a nuestra vida.

Cada uno de estos puntos da mucho que hablar, para muchos posts y muchas reflexiones. No es mi intención entrar ahora en cada uno de ellos porque estoy segura que cada lector sabe exactamente a qué me refiero.

 

¿Hay algo más importante que cuidarnos para mantener nuestra salud y bienestar?

En este mundo lo podemos perder todo: nuestro trabajo, nuestra casa, los bienes materiales y también podemos perder a nuestra pareja y a nuestros seres queridos, pero lo que vamos a tener siempre a nuestra disposición, con lo que siempre contaremos antes de perder la vida, es con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y mente, con la salud y lucidez que tengamos en cada momento. Por eso creo que merece la pena empezar a cuidarse y hacer esos gestos diarios que van a mejorar nuestra vida.

Tengo un amigo que dice que los hábitos son trenes. Y es verdad. Aunque nos montamos en ellos sin comprar ningún billete y sin decidir conscientemente el destino, nos llevan a escenarios que nos pueden sorprender. Lo cierto es que al elegir cada día determinadas conductas nos vamos acercando pasito a pasito a ese destino inevitable.

Te invito a que revises tus hábitos, y antes de que sea demasiado tarde, adivines a dónde te llevan esos trenes que has cogido sin pensar.

Esta es solo mi opinión. Seguro que tú tienes la tuya, y si no la tienes, a lo mejor es el momento de que reflexiones sobre este tema.

Si te apetece y te animas, me gustaría que me hicieras algún comentario. Seguro que aprendemos mutuamente.

Comentarios